VIOLENCIA EN MÉXICO: ¿Cómo paramos esto?

Esta última semana una noticia terrible ha rondado por el mundo y tiene impactado a todos. Se trata de la muerte de Fátima, una niña de 7 años quien ha sido víctima de unas mentes enfermas. El hecho ha marcado un antes y un después en el corazón los mexicanos, despertando así la conciencia de muchos. 

Al parecer no solo la ambición por el dinero ha llevado a personas a cometer horrendos actos, sino el problema va mas allá de un beneficio económico. Existe una degradación social que indiscutiblemente saca lo peor del ser humano y lo pone en manifiesto de la forma más vil que puede existir. ¿A qué se debe esto? Para nadie es un secreto que en México operan muchas mafias, pero curiosamente no todos estos hechos están ligados a estas redes. 

En el caso de Fátima las investigaciones han arrojado que la pareja que cometió el crimen no quería dinero sino mas bien todo se trataba de saciar un deseo pervertido. A medida que se esclarece el caso se ha dado a conocer que la mujer accedió a raptar a la niña para llevársela a su marido y para que éste pudiera tener relaciones con la niña. ¿Cómo una mujer permite tal situación por el solo hecho de complacer a su marido?. 

La lógica con este caso sobrepasa los límites del entendimiento y solo deja una serie de dudas que difícilmente podamos entender, lo cierto es que a raíz de este incidente se han dado a conocer nuevas víctimas. Niñas que están actualmente desaparecidas y padres inconsolables que no tienen ni idea de cómo llegaron a esa situación. 

El problema de violencia en México va más allá 

Muchas de las niñas que son violadas y vejadas en México tienen antecedentes familiares de maltrato. Algunas madres le tienen miedo a sus maridos y permiten que estados de vulnerabilidad se instalen en medio de relaciones tóxicas con un temor constante que nos le da la oportunidad de encontrar soluciones. 

El machismo del hombre mexicano es un tema que se conoce a nivel mundial. A pesar de que las mujeres han luchado por sus derechos y han intentado buscar una igualdad,  esto no se ha logrado en la mentalidad de muchas familias.  

Aún la crianza se está haciendo en medio de violencia intrafamiliar, sin respeto ni valores algunos y al parecer algunas familias siguen los mismos modelos de crianza que le dieron sus padres y estos han seguidos los de sus abuelos. 

Por otra parte, a nivel social se han ido desarticulando las bases de la sociedad, la educación al parecer no fomenta el respeto y la igualdad. Se sigue viendo a la mujer como un objeto y, en la gran mayoría de los casos, las mujeres continúan permitiendo que se les violen todos sus derechos. 

Desgraciadamente, son pocas las mujeres maltratadas que se permiten hacer una denuncia a tiempo y logran superar esa crisis.  En este preciso instante mujeres permiten ser golpeadas, atacadas psicológicamente y violadas mostrando una sumisión inexplicable. Escondiendo su situación incluso de las autoridades y familiares por temor.  

La cuestión está, en que en la actualidad hay muchos lugares donde se puede acudir a denunciar al agresor y se tiene que asumir una posición clara para poder dar ese paso.  

No obstante, se sabe que hay situaciones que no solo con denuncia se terminan y en estos casos la intervención de las autoridades es sumamente importante. 

Maltrato a la mujer = Feminicidio 

En México muchos de los casos de los femicidios por parte de sus parejas pudieron ser evitados por un denuncia oportuna.  Existen muchos casos de maltratos a la mujer y de violencia contras niños que al parecer no pasan de ser un dato estadístico porque aunque las autoridades se aboquen en encontrar los culpables, la raíz del problema se mantiene viva.  

El problema de los mexicanos es inicialmente social: la pobreza, el hacinamiento, la falta de educación, la misoginia, el sexismo, la violencia intrafamiliar sumada a la falta de valores ha ido apropiándose de algunos hogares hasta lograr un círculo vicioso del cual difícilmente se pueda salir. 

El Estado a su vez tiene mucha culpa en los casos de Feminicidio que se han registrado, porque luego de tantas muertes en el pasado, tardíamente permitieron que se incluyera en su Código Penal el delito de feminicidio. Hace tan solo 20 años se consideró que el feminicidio era un delito, pero, ¿qué pasó con todas aquellas mujeres que murieron antes de ese tiempo?¿Quién paga por esos crímenes? ¿Acaso han atrapado a los asesinos . 

Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio se estima que al menos 7 mujeres son asesinadas cada día, solo un 25% de los casos son investigados como feminicidio. El resto de los casos se archivan o quedan en una larga lista de espera sin respuestas a los familiares.  

Al parecer la violencia de género no tiene fin, están asesinando a las mujeres y no parece importarle a nadie. Es indignante que solo en el mes de Enero de este año, se hayan registrado solo 73 casos muertes como femicidios y más de 976 denuncias de maltrato.  

Es tan grave la situación que ni la fuerte influencia de los medios de comunicación ha podido impulsar a las autoridades y al Estado a reducir los índices de violencia contra la mujer. 

¿Tienen las mujeres que resignarse a vivir en medio de una sociedad que no las valora?  

¿Es que acaso las autoridades son cómplices porque los funcionarios también tienen problemas de misoginia y machismo? 

Es realmente alarmante la situación porque se han visto casos de policías implicados en varios delitos de jóvenes y niñas. 

Entonces, ¿En manos de quién quedan los casos de feminicidio? La mujer mexicana no puede llevar una vida normal bajo esta sociedad, es imposible poder surgir en medio de tantas incongruencias.  

El Estado debe asumir otra posición en medio de la grave situación que se está viviendo actualmente en México. No se trata de darle la espalda a los problemas o de agarrar a los agresores. El cambio debe venir desde la misma sociedad y las autoridades deben abocarse en resolver esto problemas. 

La muerte de Fátima impactó mucho a los mexicanos porque se volvió mediático. Pero hay otros casos impactantes, como el de Verónica, en Zihuateutla, Puebla, quien fue asesinada por un joven de tan 18 años quién pretendía abusar de ella. También está el caso de María del Rosario, en Coahuila, quien fue encontrada sin vida luego de asistir a una fiesta. 

Son muchas las mujeres y niñas que en este preciso momento están siendo víctimas de constantes abusos no solo en México sino también en otras partes del mundo.  

Como mexicanos debemos buscar la manera de parar esto. La fractura social está tan grave que simplemente parece que no tuviese solución, pero es nuestro deber no decaer y seguir luchando para que esto termine.  

No podemos seguir permitiendo que torturen a nuestras mujeres ni que sigan cobrando almas inocentes como la de Fátima, Verónica, María del Rosario y otras tantas que aún no conocemos su nombre.  

Si conoces de algún caso de violencia cerca de tu comunidad, denúncialo de inmediato. No seas parte de estos crímenes. En nuestras manos está la solución a este gran problema.  

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